A ti, que me miras de frente, nunca te he escrito un poema
y es tiempo de decirte con letras
que adoro tu sonrisa fresca,
la suavidad de tu piel, tu curiosa mirada,
tu arrojo en la oscuridad de un quebranto;
tus certezas, que son leyes no escritas,
la implicación que derrochas con las causas perdidas.
Esa ternura unas veces, esa furia que sacas ante la injusticia;
la independencia de ideas.
El hilo de acero que une tus lazos de afecto.
Tu hacer responsable, la pasión por la vida,
tu entrega, el enojo, la ira.
La capacidad de perdón y
tu fortaleza.
Pensaba que no encontraría las palabras para escribirte un poema,a ti que me miras desde el espejo, con la tristeza en los ojos pero el corazón sereno;no te olvides que el amor más grande, es el que sale de dentro y tú, dentro, eres ese alma hermosa que te dijo un poeta, alma de niña y corazón de fuego.
Etiqueta: poeta
SU OLOR
Me acerco al armario cerrado,
demasiado tiempo sin atreverme a tocarlo.
Una prenda me llama
desde la percha colgada,
no puedo evitar acercarla a mi cara.
Cerrando los ojos aspiro su olor y el tiempo se para.
Unos brazos me rodean y una lágrima baña mi cara.
No sé cuánto tiempo ha pasado; me separo despacio.
Vuelvo a dejar la puerta cerrada.
Ana Fernández
LA POESÍA SIGUE VIVA
Desde este rincón de mi mundo
asomada a la ventana de la serena belleza madura,contemplo el pasar de la vida, callada,sin juzgar más que el paso del tiempo, implacable,que apremia a vivir con plenitud cada instantey me recuerda que estamos de paso,finitos, fugaces.Desde este rincón miro el mar que me recuerdalo gigante que soy,y a la vez,lo pequeña.
Ana Fernández Díaz
AL FINAL, EL COMIENZO
Cuando las ganas de amarte estallan
Es Justo después de hacerte el amor Cuando los cuerpos se entrelazan
Cuando los labios se entreabren
Cuando los ojos brillan húmedos
Cuando los brazos buscan Es
Justo después de hacerte el amor
Cuando sobran las palabras
Cuando han hablado los cuerpos
Cuando queda todo por decir
Cuando buceo en tu mente
Es
Justo después de hacerte el amor
Cuando la alegría termina de empañar los ojos
Cuando la ternura estalla incontenible
Cuando las pieles quieren sellar su vínculo eterno
Cuando las caricias habitan tu piel
Es
Justo después de hacerte el amor
Entonces, es el momento de las almas, Amor.
Después de hacerte el amor
cuando la furia de nuestra marea , baja Cuando aplacamos el hambre del otro, en ese momento en que el calor es un manto tierno, ahí es cuando empiezo a amarte. Cuando desnudos hasta de piel nos miramos y vistes mi cuerpo de caricias tiernas de susurros, de palabras inmensas. Ahí cuando el sudor se queda seco de nuevo y cerrando los ojos los abrazamos, en ese momento de magia, es cuando más nos amamos, despojados de todo, callados, ahí somos los dos por igual, seres ávidos del amor que otros no supieron darnos. Y en ese momento sé que te amo.
ANA FERNÁNDEZ DÍAZ & Co.
DESPERTÓ
Y el amanecer del nuevo día la sorprendió
en una cama ajena que no conocía
escrutando alrededor algún vestigio de vida.
Silencio
Calor
Inmóvil debido a la presión
que otro cuerpo sobre el suyo ejercía
otros brazos rodeando los suyos
atrapada en sus manos
percibiendo su aliento.
Silencio.
Calor
Olor
A pasión de la noche anterior
al sudor del esfuerzo por llegar hasta allí
a cama repleta de sueños y besos.
Sonrió
Susurró un Te quiero
Dulce sueño
Ana Fernández Díaz
LA SOLEDAD
Esta bella soledad,
femenina singular impregna el momento haciéndolo intenso.
Va llenando los huecos vacíos con versos.
Ella acaricia mis manos , mis dedos cansados.
Puebla esta estancia y la llena de buenos recuerdos.
He aprendido a quererla y a echarla de menos.
Esta soledad elegida me acompaña y me inspira.
El paso del tiempo conspira entretanto, aunque ya no me da miedo mirarle a los ojos porque esta soledad cuida mis pasos, me recreo en su olor, en la esencia que deja cuando en la multitud no la encuentro a mi lado.
Y me siento feliz sabiendo que me sigue sin descanso.
ANA FERNÁNDEZ DÍAZ
REGALO DE REYES
Para Melchor, Gaspar y Baltasar por su inestimable contribución a esta humilde escritora.
La yema de su dedo, la pluma
La piel como campo de espigas,
el lienzo.
La tinta que fluye pigmenta
y rubrica su nombre sobre ella.
Las letras rodean sus cuerpos.
Geometría literaria a un tiempo.
Ana Fernández Díaz
Gracias …
QUE NO TE PUEDA LA PRISA
Que no te pueda la prisa, que no te impida palpitar un momento
Que no te quite a llorar por un sueño, que no te empuje a correr sin pasión
Que no te pueda el reloj, ni te marque la hora de un beso
Que no te obligue a contar los minutos en que vives fluyendo
Y que solo aparezca la prisa para hacerte olvidar, tus malos momentos.
ANA FERNÁNDEZ DÍAZ
POR SI UN DÍA…
No seremos dos en el calmo atardecer de nuestras vidas,
que seremos uno solo.
Unidos por las pieles tibias
que calientan nuestros pobres cuerpos.
Uno solo revestido de tristezas
de fatigas, de penurias,
de arrugas, de luchas, de miedos.
Uno solo cosido a ternura,
a besos y abrazos, a caricias,
a sueños.
Uno en otro seremos, amor.
Uno solo.
ANA FERNÁNDEZ DÍAZ
Me pediste el poema más bonito del mundo, sin saber que ya lo había escrito en tus sueños.
#Happy Birthay
MOMENTOS ÚNICOS
Es posible que un incierto momento
signifique para ti, más que una vida.
Ese inusitado instante,
raro por inesperado,
te sacudirá de pronto por la espalda
golpeando tan fuerte tu costado
que de tu latiente núcleo brotará el rugido
de toda la ternura contenida en una bestia
tantas veces acallado.
Si la sacudida no te tumba por el suelo,
da las gracias por haberlo conocido
vivirlo, sentirlo, vibrarlo
y ya entonces, puedes morirte tranquilo.
ANA FERNÁNDEZ DÍAZ
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