GESTIONANDO CAMBIOS

Conciliar vida laboral y familiar no es tarea fácil.
Añadir a esto, intentar seguir formándote, es complicadísimo.
Pero como a mi, ya nada se me pone por delante, intento colocar horarios, reorganizar tareas, ubicar niña y planificar un sin fin de intendencias  para poder asistir a un curso por las noches que me interesa mucho.
Llego al curso, que dura un mes, y por cuestiones burocráticas varias, se suspende hasta dentro de una quincena!!!!
Claro, yo me pongo como un basilisco, porque no nos han avisado, porque tengo que reorganizar todo de nuevo, en fin, un follón.
Cuando llego a mi casita y me siento delante del ordenador, y abro mi facebook, resulta que me han cambiado de nuevo el aspecto de la biografía, y lo que antes estaba a un lado, ahora va al otro, y lo que estaba al otro, va al uno.
Y encima dice el cartelito: «encuentra más fácil toda la información, bla, bla, bla…..»
¡Si yo ya sabía dónde y cómo tenía mi información, era mía, la coloqué yo!
En resumen, que me pongo de nuevo como un basilisco, porque no me gusta que me cambien las cosas de sitio sin mi autorización, y dos de mis amigos, (ten amigos para esto) me dicen que lo que me pasa es que gestiono mal los cambios.
¿Que gestiono mal los cambios?
Señores, llevo gestionando los cambios toda mi vida, pero ahora en los cuarenta, si que es verdad que no hago otra cosa.
Voy a la tienda a por mi crema hidratante de siempre y me han cambiado el envase, (esto es para hacer los botes más gruesos y poner menos producto).
Encima me dice la dependienta, que me ve poner cara de póker, que ahora ya no debería llevar la hidratante normal, que mejor una anti-edad, (la miro y la estrangulaba de buena gana), pero me cambio de crema sin rechistar.
Resulta que mis pantalones de siempre, ya no me quedan como siempre, porque mi trasero ya no está en el mismo sitio, así que me pongo a correr como una loca para recuperarlo.
Empezar a correr a esta edad tiene mucha miga, conlleva descubrir lesiones donde no sabías ni que tenías músculos, y encima que la fisio te diga que es que esos músculos ya no recuperan como antes.
A eso añadimos las patas de  gallo que un día me descubro en el espejo, (por eso lo de la anti-edad claro).
Me he tenido que adaptar a la nuevas formas que tienen de educar a nuestros hijos, que ya no sé ni cómo enseñarle una puñetera resta llevando.
También tengo que adaptarme a la moda, a las nuevas tecnologías…en definitiva, que mi vida es una pura gestión de cambios constantes
¿Y me dicen que gestiono mal los cambios?
Gestionar mal los cambios, es ponerse a pegar tiros como el protagonista de la película «Un día de furia».
Lo que yo hago es una simple pataleta, una protesta inocente, que es lo único que se puede hacer cuando los cambios, además de obligatorios, nos vienen impuestos por otros que no tienen ni idea de los que tengo que gestionar a diario ya por norma.
¡Y los que me quedarán!
De todos modos tranquilos, no voy a gestionar ningún cambio en mi lista de amistades, ese creo que si que lo llevaría fatal, jajajajajaja.