MI VIERNES DE POESÍA

Último poema del año, otra vez inspirado en una frase que alguien me regaló por casualidad. Gracias a todas mis musas que me ayudan a crear poemas cada día y gracias a todos los que me seguís leyendo cada viernes.

TE GUARDO LA PIEL

Cuando necesites darte por completo

Cediendo tu tiempo y tus ganas,

te guardo mi alma.

Cuando estés deseando

abrazar un cuerpo que acoja ese abrazo,

besarlo despacio,

te guardo mis labios.

Cuando de tus dedos broten en tropel

caricias calladas,

te guardo la piel.

ANA FERNÁNDEZ DÍAZ

POEMA TRANSOCEÁNICO

Esta tarde la inspiración llega de la mano de alguien que está muy lejos y a la vez muy cerca y brota un poema como este:

«Eres erótica hasta en los silencios»

y cerró su boca con un beso.

«Si un jadeo pudiese escribirse, llevaría tu nombre en estos momentos».

El jadeo salió de sus labios

expresando así el deseo

de tapar con ese beso

cada esquina de su cuerpo.

ANA FERNÁNDEZ Y NANDA REY

MI VIERNES DE POESÍA

Esta semana, como todo el mundo está preparando cenas y comidas familiares, yo he pensado poneros una receta. Es muy sencilla, pero seguro que el resultado es exquisito.

LA RECETA

Siempre me gustó cocinar,

un día me encontré esta receta,

en la que se aprende muy fácil

a cocinar un poeta.

Lo primero y más importante,

es tener papel y lápiz,

no existe buen escritor

que no tenga una libreta.

Ingredientes a mezclar:

Pasión, nostalgia,

talento,

melancolía y dolor,

regados con sentimiento.

No se te olvide poner

un buen puñado de letras

que irán dejando el sabor

de buena literatura.

Ponle una pizca de amor,

revuélvelo a fuego lento.

Y cuando esté casi listo

agrégale un desamor,

eso le dará un motivo

para estrenar su libreta.

Sírvelo con un buen vino

Y de postre

ponle un poema.

ANA FERNÁNDEZ

MI VIERNES DE POESÍA

La nostalgia entró sin llamar

precedida de una música de piano…

La nostalgia entró sin llamar

precedida de una música de piano.

Cerró los ojos,

recordó el olor de su pelo,

la suavidad de sus manos.

Ella, la musa que moraba sus atávicos sueños,

no abandonaba su mente,

le perseguía.

Él huía despacio, muy despacio,

las tentaciones siempre le asustaron.

Pero ella al final le alcanzaba,

invadiendo su calma.

MI VIERNES DE POESÍA

Hoy he releído tus poemas

y las palabras que me has dedicado tantas madrugadas;

por sorpresa,

sin llamarlas,

llegaban para calmar mi desvelo.

Hoy clamaba por tus besos

en sueños

y sin saberlo,

estabas dejándome

de amor exhausta la vida,

y el corazón lleno.