EL SAUCE

Hace un tiempo, una amiga puso en mis manos un artículo de una empresa italiana que proponía cambiar el modo tradicional de enterrar a las personas fallecidas, por otro mucho más ecológico. Se trataba de introducir el cadáver en una cápsula ecológica, en la que se plantan unas semillas del árbol que la familia elija y de esta manera el cuerpo genera los nutrientes necesarios para que este árbol crezca. A mi me pareció una idea preciosa y las dos intercambiamos opiniones sobre el tipo de árbol que nos gustaría ser. De todos, mi favorito era el sauce llorón. Entonces lo escogí por mi tendencia natural a las lágrimas, pero meses después he leído mucho sobre este maravilloso árbol y ahora sé por qué lo escogí.

El sauce simboliza el ciclo de la vida.

«En la mitología clásica, el sauce estaba relacionado con Perséfone, que tenía un bosque de sauces bajo su advocación. Por un acuerdo entre los dioses del Olimpo y el de los infiernos, Perséfone tenía que pasar la mitad del año en el submundo (otoño e invierno) y la otra mitad (primavera y verano) con su madre, Démeter, la diosa de la agricultura. Así explicaban el origen de la sucesión de las estaciones e identificaban al sauce con este ciclo anual».

«Las hojas caen a la tierra y su descomposición proporciona alimento al bosque que renace en la siguiente primavera, así año tras año. Al igual que las hojas del sauce al caer, los hombres al morir renacen en el gran espíritu».

«La muerte, la nostalgia, la eternidad, el ciclo de la vida, el destino que acaba cumpliéndose pese a nuestros esfuerzos por evitarlo. Todos ellos son temas recurrentes en literatura, donde el sauce aparece a menudo».

Estas son sólo algunas de las definiciones que encontré sobre el sauce llorón, hay muchas más, pero estas han sido suficientes para inspirarme un poema.

Aunque pueda parecer un tema triste el que hoy os comparto, para mí no lo es. Habla de renovación, de ciclos vitales y del viaje de la vida que espero que sea muy largo.

EL SAUCE

Si llegaste a pensar

por un sólo momento

que me ahogaría en la lluvia,

que caería al abismo,

has errado el tiro.

Soy la rama del sauce

que se dobla hasta el suelo,

y alimenta la tierra

a la que está unida

renovando su ciclo.

Y sus duras raíces

se abren paso hasta el agua

quebrando los muros

que quieren atraparla

y matarla de sed.

ANA FERNÁNDEZ

Autor: Ana Fernández

Jamás olvidaré lo que soy

78 opiniones en “EL SAUCE”

  1. Escuche hablar en la radio a cerca de esa curiosa cápsula y me pareció una idea muy original fundamentada en el mismo ciclo de la vida. También el sauce es un árbol q desde siempre me ha fascinado, cada poco voy a un lugar de mi pueblo donde hay unos cuantos y tomo unas fotografías o paseo por entre sus ramas… Y no hay día q no me regale buenas sensaciones.
    Por cierto, bonito poema a la entereza y superación personal.

    Saludos.

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    1. Esta noticia es de una empresa italiana y creo que no se lo han permitido porque allí están prohibidos los enterramientos de ese tipo pero hay otra catalana que fabrica urnas para cenizas en las que introducen semillas de árbol con el mismo objetivo. En este caso el cadáver ya va incinerado. Las dos ideas son estupendas.
      Muchas gracias por venir y comentarlo. Besos y abrazos

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  2. Buenísima idea la de la cápsula. Algún día tengo que escribir la que un compañero de trabajo y yo —ambos ingenieros energéticos— tenemos para aprovechar energéticamente los cadáveres, pero de forma absolutamente fría y racional.
    Por otro lado, precioso lo del sauce. Con lo que me gusta la mitología y en especial el mito de Perséfone…

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      1. ¡Buf! No sé si te gustaría oírlo. Nada que ver con lo bonito de la propuesta de la cápsula. Imagina a un para de ingenieros intentado deshacerse de todos lo cadáveres del mundo de la forma más eficiente posible. —Mira, tema para un relato.—

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  3. Interesante lo de la cápsula. En cuanto al sauce, exteriormente es precioso y simboliza muchas cosas, en efecto, pero siempre me acuerdo de unos amigos que tenían uno enorme en la finca y lo odiaban porque echa unas raíces que no paran de crecer y les rompían el pozo de agua, lo obstruían, levantaban el porche de casa, entre otros desperfectos. Lo cortaron y aun así, en efecto, volvía a reproducirse. Luego supe de otros casos que me confirmaron eso. Es lo malo de invadir espacios naturales, pretendemos vencer a la naturaleza y es imposible. Haces bien en parecerte a ella. Bicos

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  4. Yo tengo claro que quiero que me quemen. Soy claustrofóbico, y los insectos me dan canguelo. Lo que todavía no sé es dónde quiero que echen mis cenizas, porque tampoco sé nadar y, por lo tanto, el mar no me parece un buen sitio por si me reencarno o algo…
    PD: por echarle un poco de humor al asunto, excepto por lo de que me incineren 😛
    Un abrazo.

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    1. Creo que cuando eso suceda no te vas a enterar Pablo pero hay una empresa en Cataluña que incinera y mete las cenizas en una especie de maceta en la que planta unas semillas. El resultado es el mismo que el que yo cuento solo que el cuerpo ya va incinerado. Vete pensando el árbol que quieres ser. Voy a ir buscando un terrenito para que nos pongan juntinos. Por aquello de dar la lengua mientras alimentamos al árbol.
      Besos niño

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    1. A mi me ha parecido preciosa. En lugar de los temidos cementerios con lápidas frías, un bosque maravilloso lleno de árboles de seres queridos. O simplemente plantados cada uno donde quiera su familia. Sentarse a ver la vida bajo el árbol de otro. Renovando la vida. Muchas gracias por venir Luis. Abrazos

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  5. Muchas gracias por tu poema Ana. Das ese toque de sensibilidad a la metáfora del sauce que otros, un poco animales, no conseguimos sacar.
    Los ciclos de la vida que refleja el sauce, ligada al mito de Persefone, es una lección para la vida. No existen las primaveras eternas (por lo menos en nuestros lares). Para que exista una primavera los árboles necesitan del otoño y del invierno para «descansar» del crecimiento y así poder brotar con fuerza. Si nos entristece y nos hunde el invierno nos perderemos los bonitos jardines de los que nos gusta hablar.
    Un placer compartir contigo en el blog Ana!!!

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  6. Otra entrada maravillosa. Hablé de este tema hará poco más de un año, pero no se me había ocurrido pensar en qué árbol me hubiese gustado convertirme (espero que para cuando el momento me llegue este tipo de «cementerios» ya estén en esta parte del planeta) ¡y es que hay tantos y tan bellos! Así, de apuro nomás creo que elegiría uno de hojas perennes (me gustaría cobijar pajaritos todo el año). De lo contrario elegiría uno cuyas hojas cambiaran de color con las estaciones: verde, amarillo, rojo, ocre…
    Tu poema me encantó Ana, sobre todo (y puedes considerar esto como una pequeña crítica constructiva, si quieres) porque has salido del tema del amor, el cual fue el tema de los últimos poemas que nos compartiste. Éste me gustó muchísimo.

    Besos mil, y que el estar aquí nos dure aún mil años.

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    1. Bueno pues he estado buscando y creo que tu árbol debería ser el árbol de fuego. El nombre ya dice mucho. Es de hoja caduca, gran altura, y aunque crece rápido es muy longevo. Sus flores son muy vistosas, rojas y aparecen cuando el árbol está casi sin follaje. Su floración es espectacular aunque no lo hace hasta pasados varios años…la edad es una ventaja. Resiste bien el frío si no es muy intenso. La sequía es su principal enemigo ya que le hace envejecer prematuramente y causa su muerte. Pocos riegos en primavera y apenas necesita poda….
      Ves algún parecido?? Yo unos cuantos.
      El fruto es una cápsula de unos 12 cms con una corteza muy dura…..esto ya paso de explicarlo jajajajjaja
      Me encanta que te haya gustado muchisimo mi poema. Prometo no aburriros con el tema amor y cambiar de vez en cuando. No quiero que os canséis de mi. Tus críticas me ayudan a crecer siempre. Besazos miles

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  7. Vi ese vídeo también en las redes sociales y me impactó. Es una forma maravillosa de contribuir con el medio ambiente, de conectarnos y de volver a nacer, de una forma u otra.

    Me encanta tu elección. No conocía esas acepciones sobre el sauce. Felicidades por ese poema también 🙂

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    1. A mi en su momento me pareció fantástica la idea. Es una lástima que ese tipo de enterramientos no se practiquen.
      En cuanto al sauce, he conocido su simbología y también la gran fuerza que ejercen sus raices que pueden romper muros en busca de agua. Ya me gustaba antes y después de leer eso, mucho más. Gracias por venir y dejarme tus bellas palabras. Un besazo

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  8. Hola, Ana!
    Justo ayer, mi tía estaba diciéndome dónde guarda cada cosa, por si muere pronto (es grande, pero está mejor que yo… no le voy a insistir que no lo haga), y me decía esto de averiguar para enterrar sus restos con semillas para dar vida a un árbol. Yo ya lo había escuchado y leído, pero por supuesto, aquí estamos lejos aún de «cosechar» esa idea. Si dices que hay una empresa catalana que ya lo hace con las cenizas, pues creo que elegiré morir allá 😉
    Hermoso poema, de renovación y vida.
    Abrazos infinitos, bella

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  9. Hola Ana, bonito poema pero yo casi que me pido no morir, no se, como que no me veo preparada, ya si eso otro día. El sauce es un árbol que me encanta, me parece precioso, con esas ramas que parecen un manto, lo identifico con frescura, alegría, primavera y día soleado, solo me transmite buenas sensaciones. Un beso Ana, me alegro de volver a leerte.

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  10. Precioso el poema Ana. Las cenizas de mi compañero de vida durante muchos años y padre de mis hijas las esparcimos en su lugar preferido de los Pirineos volviendo a ser parte de la Naturaleza que adoró en vida. Hermosa iniciativa la de concretarlo en árbol…

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  11. Un olivo crece en galicia con las cecizas de un ser querido bajo sus raices. La idea ha calado hondo en la familia y ya son varios los que, cuando llegue su día, quieren formar parte del olivo. Es agradable visitar el lugar y ver como, siendo los humanos una especie tan sumamente egoista, algunos de nosotros al fin cedemos a la naturaleza algo de lo mucho que nos ha dado.
    Preciosa tu historia y la reflexión que nos evocas.

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    1. Un olivo?
      No podía ser otro árbol. Robusto y madera muy apreciada para fabricar utensilios de cocina particularmente. Da uno de mis frutos favoritos, y de ellos el oro líquido que puebla nuestra gastronomía… Si, un olivo es muy tú. Gracias por este regalo.
      Un besito de sauce.

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  12. Es la tesis de que la Vida es inmortal. Es una fuerza que se traslada entre los seres. Solo muere para renacer renovada. La muerte corre el velo que nos permite entender esa fuerza que no se agota.
    Supongo que me gustaría retornar en la forma de cualquier tipo de árbol que crezca en la altura, en ladera de las montañas. Para poder sentir primero el amanecer y disfrutar de lafría bruma matutina. Y contemplar el mundo desde lo alto,

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