…AL BORDE DE LOS 50

Hace diez años, yo tenía casi cuarenta . Empezaba por entonces una etapa bastante complicada en mi vida.

Recuperaba antiguas amistades, abrazaba a otras que en mi juventud no lo fueron pero que veinte años después llegaron a ser y son muy importantes para mi.

Me reencontraba con mi yo adolescente.

Fruto de ese reencuentro, conmigo misma y con mis amigos de infancia que me alentaban a escribir, comenzaba este blog, en otra plataforma al principio y posteriormente aquí.

Durante un largo periodo, todo se iba poniendo del revés, cuanta más actividad tenía en este espacio, más convulsa era mi vida personal, sin que lo uno fuera causa de lo otro. Sin que lo otro fuera consecuencia de lo uno. Simplemente era así. Muchas noches sin dormir y diez kilos menos en mis carnes. Hasta que llegó una ruptura, paradigma de las rupturas civilizadas pero ruptura al fin y al cabo.

Conocí muchas personas maravillosas. En carne y hueso unas cuantas que aún conservo; virtualmente otras pocas; algunas, siguen cerca en esta maraña de hilos invisibles que nos unen en un universo que no vemos, otras, pasaron como un cometa, fulgurantes, rápidas, iluminando el cielo por un momento y apagándose después. Hubo almas virtuales que pasaron al plano carnal, en el buen sentido de la palabra, que siguen dándome grandes lecciones vitales. A las que admiro y aprecio profundamente.

Algunas otras, no merecen ni mención, pero también me enseñaron grandes lecciones, a costa de dolor, lágrimas y desengaños. Durante ese periodo, se me agotaron las ganas de escribir o me las agotaron tal vez.

Después llegó la paz y llegó el arte a mi vida.

Volver a los estudios me trajo grandes satisfacciones, trabajo duro, conocimiento, capacidad de concentración, fuerza de voluntad, compañeros extraordinarios, ganas de volver a escribir y un largo etcétera.

Y tras un tiempo de duro trabajo personal, volvió a mi vida la libertad, de pensamiento, palabra y obra. Libertad para escribir lo que quiera o como quiera, para exhibirme, para exponerme, para hablar o pensar, para dar un portazo o poner en su sitio personas o cosas que se salen de él, para decir no, para decir si, para actuar como me apetece, para no fingir, para ser como quiero ser en cada momento, unos días en blanco y negro y otros en color, con todas mis caras, con todos mis registros, con todas mis pasiones o miedos, la buena y la mala, la mujer madura y la niña, la señora y la guarra, la madre y la hija, la amante y la amiga y todas soy yo. No dejo de sorprenderme, señoras.

En esta noche, en la que vuelvo a no dormir, pero esta vez porque me he tomado dos copas de vino cenando con mis dos personas favoritas, mi hija y mi pareja, vuelvo aquí a hacer este pequeño repaso que hacía días que bullía en mi cabeza y solo esperaba para salir, a pasar un control médico rutinario que siempre me preocupa. Superado el trance, después de diez años y con todo lo aprendido, al borde de los cincuenta, aquí sigo.

Y si, la imagen, por sí sola, justifica la entrada, porque tengo casi cincuenta y me veo estupenda y maravillosa con mis carnes, con mis arrugas, con mis estrías, con mi pelo enmarañado y con todo lo que soy.

Ámense señoras, ámense todos los días de su vida.

Ana Fernández Díaz

Autor: Ana Fernández

Jamás olvidaré lo que soy

44 opiniones en “…AL BORDE DE LOS 50”

  1. Qué ganas tenia de volver a leerte, de volver a sentir tu fuerza, la alegría que transmites, la seguridad… cuando se sale de un trance se sale aún más fuerte y tú lo has hecho. Estás estupenda!!!! Olé tus casi cincuenta!!! 😘😘😘😘

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  2. Siempre la misma tocaya, con treinta y muchos o con casi cincuenta… profunda, sincera, amable, rotunda, completa, exquisita, selecta… la imagen lo dice todo pero sin ella tus palabras también te definen y te describen a la perfección… eres bonita por fuera pero sobre todo por dentro y eso, déjame decírtelo, querida amiga, no abunda hoy en día… desde la distancia de nuestros más de mil kilómetros te he sentido siempre más cerca que cualquier otra persona que se pueda sentar a mi lado cada día en mi vida diaria y eso es mucho decir y sólo lo consiguen los seres especiales y elegidos como tú… y sé, me consta, que no soy la única que piensa lo mismo. Un abrazo enorme, querida amiga… ♥♥♥♥

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    1. Qué emoción reencontrarte, tocaya mía. Saber que estás y sigues ahí. Sabes que eres una de esas que encontré en este universo y que significan mucho para mí. Muchísimas gracias por tus palabras y por volver a mi casa. Un millón de besos Anita mía. 😘😘

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  3. Bueno… Pues el tiempo libre últimamente ha subido de precio como la electricidad, pero aquí estoy.
    Empezaré por felicitarte pues, hoy en Francia es el día de la madre… y todo en nuestra vida empieza ahí. Pocas cosas hay en este mundo que exijan más valentía que traer una nueva vida… Felicidades, querida TriAna.
    Empecé a seguirte por tus reflexiones, me enganchaste con tu poesía y sigues haciendo «historia» con esa valentía que ya es el santo y seña de tu personalidad que nuevamente muestras en esta tu nueva reflexión camino de unos hermosos cincuenta años.
    Para el final dejo lo que veo más importante… la foto. No por su delicada carga de erotismo que, siendo un acérrimo nudista aplaudo a rabiar, sino por la libertad que denota el hecho de publicarla, porque es evidente que eres feliz con tu mirada clavada en quien, de forma tan íntima te está retratando, porque vuelves a escribir sin temor a juicios, celos y enceladas… porque nunca has dejado de ser Ana.
    Siempre el tesón alcanza su recompensa y todo llega en el momento justo ¿verdad?
    Mil abrazos para los tres desde muy lejos y muy cerca.🌹🌹🌹

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    1. Bienvenido de nuevo a casa. Siempre es un placer verte llegar y leer tus preciosos comentarios. Seguimos «enganchados» ambos, a la poesía y a la libertad. La mirada y el objetivo, esta vez, van muy bien acompasados, sin traspiés, sin cambios de ritmo, sin ataduras, con respeto y admiración, como tú bien dices, sin juicios, ni pasados ni presentes. Así, como la rosa aquella que había que regar pero no se podía cortar….¿recuerdas?
      Me alegro de verte. Te he echado de menos. 😘😘😘

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      1. Claro que lo recuerdo… La expresión de tu mirada en la foto me contaba muchas más cosas… en ese momento eras la rosa y sabías que no te iban a cortar. Me alegro muchísimo, más aún sabiendo lo difícil que es volver a confiar y confiar es un verbo que siempre se conjuga por otras manos fuera de nuestro control.
        Yo también te echaba de menos, querida trasto-poeta.🌹🌹🌹

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  4. Querida Ana, he llegado hasta aquí y aunque un poco tarde te felicito por tus maravillosos cincuenta, puedes presumir perfectamente porque estás fantástica.
    A pesar de esa noria que es la vida y que nos sube y nos baja, algunas veces también nos zapatea, tú has llegado a un momento feliz, donde la vida te ofrece un edén, un paraíso merecido.
    Disfruta mucho de la vida, así como lo haces y sigue dándonos tu poesía, tus reflexiones y tu belleza, que es mucha.
    Y claro que es muy bueno amarse, te hago caso, me amo.
    Muchos besitos desde el corazón❤️😘🌷

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    1. Si que escribo Enrique, aunque no aquí y no sobre poesía o reflexiones. Estudio arte y en ello centro ahora mismo todos mis sentidos, pero si, es una pena que ya no escriba. Tal vez debería volver con más asiduidad aquí donde tantos amigos maravillosos encontré. Besos mil. Me alegro de verte

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