MI VIERNES DE POESÍA…

Bueno hoy es «nuestro», mío y de mi querido Pedro J. Guirao, con el que compuse este poema en el transcurso de una charla sobre multiuniversos, teorías de cuerdas, átomos, etc., que habla de amistades y afectos que trascienden distancias, fronteras, universos…

Gracias Pedro.

Latiendo al compás

de un único ritmo

existencias concebidas

de la misma primigenia sustancia.

Sin fronteras

sin distancias

sólo un abismo

y el hilo que las separa.

Compartir razones

conciliar miradas

un pacto no escrito

de inesperada sorpresa.

Los acerca

los vincula

y hasta el insondable abismo

repudia su faz tenebrosa

ANA FERNÁNDEZ Y PEDRO J. GUIRAO

Autor: Ana Fernández

Jamás olvidaré lo que soy

52 opiniones en “MI VIERNES DE POESÍA…”

  1. Esto me lleva a compartir un pequeño extracto de una canalización de la energía de Merlin que recibió un amigo mío recientemente en la Antártida.
    «Los grandes seres del Universo están contentos. Son bellas creaciones. No hay amor mas grande en el Universo que la vida, por eso escogieron estar aquí, por los que no pudieron vivir y por los que no se dan cuenta que tienen vida. Vinimos aquí a recordar que siempre estuvimos juntos. Es el momento de estar. Sus voces nunca deben de callarse. Sigan cantando desde el corazón con sus voces plenas. Así vibra todo el patrón del Universo»
    ¡Feliz vida!

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  2. Me recuerda al speech de la película Interstellar: «rabia contra la luz que se esconde». Tras el breve inciso, he de felicitaros en especial a ti, Ana. Continúa escribiendo, más allá del papel, en ti y nosotros

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  3. No deja de admirarme que, tras una anodina charla sobre el Big Bang, el multiverso, los agujeros negros y sus puentes Einstein-Rosen que comunican los distintos universos paralelos entre sí, pueda surgir poesía.

    ¿La astronomía como germen para crear sensibilidad? ¡Qué cosa tan descabellada!

    ¿Cómo encontrar belleza en algo tan científico como la libertad asintótica, por la que la reducción de la distancia hace que la fuerza fuerte se vaya convirtiendo en fuerza débil?

    ¿La física cuántica como origen de la fascinación poética? ¿Qué barbaridad!

    ¿Dónde está la hermosura en la teoría de universos que se crean cada vez que tomamos una decisión, manteniendo paralelas ambas existencias?

    Si Ana es capaz de extraer un poema así a partir de temas tan áridos, entonces no tengo más remedio que llegar a la conclusión de que ha estado ocupada durante toda esta semana creando ese nuevo sistema solar que comentaba Miguel Santomé. Por eso no lo habían encontrado antes.

    Gracias, Ana, por regalarme una co-autoría inmerecida.

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    1. La charla habrá sido anodina para ti, yo he aprendido un motón de cosas. Menos lo de los puentes de Einsten-Rosen que creo que no lo llegamos a mencionar. Tal vez hablamos de Los Puentes de Madison, eso si. La poesía puede surgir de cualquier cosa, de una teoría universal, de astronomía, de la libertad asintótica, que en cuanto sepa lo que es te saco un verso o dos, de física cuántica o de un simple bulbo de tulipán. En cuanto a lo del sistema solar paralelo, estoy en ello.
      Gracias a ti siempre Pedro, por enriquecer mi existencia de maneras insospechadas. Un beso pedazo!

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      1. A ver… dices que la charla no fue anodina para ti porque aprendiste un montón de cosas. También dices que enriquezco tu existencia de maneras insospechadas. Pero te condenso en línea y media una explicación de la libertad asintótica y me contestas que «en cuanto sepa lo que es…». Ayyyyy, desconfiadaaaa.

        Por ese motivo, te traeré una nueva visión más adaptada a tu blog, con un poema de Eliot, por si esta sí te la crees.

        “No dejaremos de explorar
        Y al final de toda nuestra investigación
        Habremos llegado a donde comenzamos
        Y conoceremos el lugar por vez primera…
        Cuando las lenguas de fuego se plieguen
        Para formar un nudo de fuego
        Y el fuego y la rosa sean sólo uno”.

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        1. Valeee que ya lo he leído.
          El poema de Eliot es simplemente perfecto y define mi filosofía, nunca dejar de explorar, ni lo de fuera ni a nuestro interior. Y al final volvemos al comienzo, a lo que fuimos en aquel momento primero.
          Y permanecer unidos, como uno solo, en ese momento. Cuando las lenguas de fuego se acercan hasta ser solo uno.

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          1. Pero espera, no seas confiada, que no todo en la materia primordial, aunque en total medía solo unos pocos milímetros, estaba en contacto con un solo átomo. Una gran parte no tenía contacto alguno y las zonas más alejadas, las zonas que ocupaban el límite contrario podrían ser tu antimateria, porque cada partícula tiene su correspondiente antipartícula y si se encuentran se aniquilan entre sí, dejando energía pura en su lugar. Estate siempre alerta.
            Ha sido un placer estar hoy aquí, Ana.

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  4. Como bien sabes; disfruto muchísimo de tus fugas temáticas; ésta no fue la excepción. Hay, entre todas, una imagen que me gustó mucho: la del abismo que, al mismo tiempo, sólo está separado por una línea. Esas imágenes ambiguas son excelentes porque nos obligan a pensarlas y repensarlas; nos obligan a un diálogo interior que es lo que vuelve rico al poema (si el poema no nos habla, claro está, nada nos dirá).
    No pasé por aquí antes porque no estaba en casa; acabo de regresar de unos días de descanso y estoy, poco a poco, poniéndome al día con todos ustedes.

    Besos mil (de regreso).

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    1. Hola Robert, ya sé que te has pegado unas vacaciones, algo he visto por ahí, por eso aunque te echaba de menos en el blog, no te podía extrañar porque te he visto disfrutando feliz.
      Mis fugas temáticas ya sabes que aparecen de vez en cuando porque me gusta sorprender-te. Este poema habla de abismos que son distancias entre afectos pero que solo están separadas por un hilo, y al mismo tiempo ese hilo es quien los une. Distancias en tiempo o en espacio. Pero al fin unidos. La riqueza está en quien lee, y la tuya es inmensa.
      Gracias por venir y dar brillo a mi espacio. Abrazos y besos, dos mil

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      1. Claro, eso es lo que sentí; un abismo separado por un delgado hilo, lo repito, es una imagen maravillosa. Ojalá ciertos océanos tuviesen esa característica; ojalá ciertas montañas fuesen tan fáciles de sortear.
        Y sí, estamos de acuerdo en que hay mucho en los ojos, en la mirada del observador que es quien, en definitiva, termina de «cerrar» el círculo maravilloso. Pero sin duda el emisor debe tener lo suyo; el escritor debe darnos lo mejor de sí, tal como el espejo nos devuelve lo que realmente somos. Tal vez sea por eso, modestamente, que me sienta tan deslumbrado.

        Abrabesos.

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